23 feb 2012

Nuestras aventuras, Cap.1: El castillo encantado



 Era se una vez una dulce doncella que con su dulce canto lograba encantar hasta al hambre mas duro, no existía alguien que la odiara en todo el mundo. A pesar de su edad ella parecía ser muy joven, todo iba bien hasta que en una tarde de Abril desapareció.
 Nadie entendía porque la doncella había desaparecido ni a donde se abría ido. Muchos rumores habían sobre ella, que se había enamorado de un joven montado en un caballo gris plateado, que abría huido  para recorrer el mundo, o que simplemente se murió solitaria en su gran castillo. Rumores había miles, creerlos o no esa era elección de cada uno.
 Ese cuento que me habían contado desde que tengo memoria era mi favorito, la doncella encantada o el cisne plateado se llamaba. Era una historia que ya era una tradición en mi pueblo. Cada año tirábamos fuegos artificiales esperando a que la doncella la viera y volviera a casa, esa era la tradición pero con el tiempo se fueron olvidando de la doncella y tiraban fuegos artificiales solo por diversión, eso a mi me entristeció mucho, no me gustaba ver como todos olvidaban a esa doncella que alguna vez nos trajo paz y felicidad.
 Hoy se cumple otro año desde que ella desapareció, es horrible ver que todos la olvidaron, también estuve a punto de olvidarla, pero antes de que su dulce imagen fuera borrada de mi mente decidí dibujarla en un retrato que esta escondido en mi cuarto y que siempre permanecerá allí, hoy cuando todos estén entretenidos con los fuegos artificiales iré a su castillo, quiero verlo con mis propios ojos.
 Dirijo mi vista asía la ventana, allí me encontré con una hermosa luna y el cielo nocturno, de repente el cielo fue cubierto por hermosas flores de colores que se desvanecían en esa hermosa oscuridad. Rápidamente bajo las escaleras, salgo de casa y me dirijo asía el castillo. Me adentro en el bosque, una vez allí seguí el rastro de un camino amarillento. Camino varias horas hasta que al fin llego asía el castillo.
 Abro la pesada puerta lentamente, al abrirla esta ase un chirrido horrible, tanto que me asusto, luego me rio y subo las escaleras, al subirlas miro cada detalle del castillo, era tan hermosos tanto que al verlas parecían muy frágiles al tacto.
 Recorrí todo el castillo buscando el cuarto de ella, pero mi búsqueda fue en vano. Subí las escaleras para dirigirme así la terraza, abro una puerta en la que salía un resplandor de colores por los lados, al abrirla me encuentro con muchas rosas azules, nunca en mi vida vi flores tan hermosas. Los fuegos artificiales las teñían de multicolor, era hermoso.
 Embobada por el hermoso paisaje, no veo que me olvide la puerta abierta, al darme la vuelta para serrarla escucho un portazo, al acercarme a la puerta intento abrirla, pero es imposible. Me asomo por la terraza y grito pidiendo ayuda, mis gritos se pierden en el bosque. Cansada de gritar me ciento en el piso, al poco tiempo me quedo dormida.
 Escucho una voz que pronuncia mi nombre, al abrir los ojos me encuentro adentro de una de las habitaciones del castillo, me levanto y salgo asía el pacillo. De repente se escucha un piano en el que tocaba el tema Para Elisa de Beethoven, uno de mis temas favoritos, trato de seguir el sonido del piano, se escuchaba la misma dulce melodía una y otra vez, cada vez se escuchaba mas fuerte. Llegue a la habitación en la que provenía esa melodía. En el momento en el que abro la puerta se deja de oír el piano.
 La habitación resulto ser un enorme salón, parecía salido de un cuento, avía suficiente espacio para que bailara toda la gente del pueblo. Deje de pensar en distracciones y me concentré a buscar el piano, en el medio del salón se encontraba una cortina, al abrirla veo algo que expulsa un brillo fuerte sobre mis ojos, luego del que el brillo se detiene me refriego los ojos y dirijo rápidamente mi vista asía ese objeto, era un piano en el se encontraba un joven muy buen moso sentado, el vestía un esmoquin blanco como la luna.
 Lo miro fijamente, de repente comienza a tocar la misma melodía de Beethoven, la tocaba perfectamente, no cometía ningún error. Siento las ganas de querer bailar esta dulce melodía, sierro los ojos, y me imagino a mi misma en este mismo salón bailando esta dulce canción.
 Al llegar a la mitad de la melodía se detiene, y cambia a un vals, abro los ojos y me sorprendo, no podía creer lo que veían mis ojos, la sala estaba repelta de personas, todos vestían muy elegantes, también llevaban mascaras. Quedo realmente aturdida, no podía creerlo era como un sueño echo realidad, alguien se acerca al joven del piano y toma su lugar, él se acerca a mi y me pide bailar. Yo le explico que no estoy vestida adecuadamente, él me sonríe y me señala mi ropa, yo no lo comprendí hasta que me vi, llevaba un hermoso vestido color violeta, sin tener más escusas acepte su invitación.
 Creo que bailamos toda la noche, mire por una ventana y vi el amanecer, el joven me tiro del brazo y me llevo asía la terraza, al llegar allí se despidió con una sonrisa y se fue, trate de seguirlo pero él avía serado la puerta, la música se seguía escuchando, me asome y trate de pedir ayuda a la gente de abajo, pero era inútil ellos no me escuchaban.
 Me ciento en el suelo sin nada mas que hacer, corto una rosa azul y me la pongo en el cabello, de repente se escuchan explosiones y el cielo se tiñe de multicolor, eran los fuegos artificiales que hacían su reaparición, me ciento muy cansada, así que me acomodo bien y me duermo. Al despertar aun era de noche, dirijo mi vista asía mi ropa, no lo podía creer el vestido avía desaparecido, abro la puerta y bajo las escaleras dirigiéndome asía la sala, al llegar allí no avía nadie solo, avía un piano de cola blanco, como el de mis sueños. Salgo del castillo y me dirijo asía el pueblo.
 Abro la puerta de mi casa, al parecer todavía no avían vuelto del  festival. Subo las escaleras, media cansada, entro a mi cuarto, cierro la puerta con llave y me acuesto en mi cómoda cama, al apoyar mi cabeza contra la almohada siento un pinchazo en mi cabeza, me toco el cabello y siento algo como una ramita, pienso yo. Al sacarme esa cosa de la cabeza me sorprendo mucho, era una rosa azul la misma que me puse en mi sueño, esto significaba que no era un sueño. Miro por mi ventana, en ella se podía ver el bosque y aquel camino amarillento. Me quede mirando por la ventana pensando en muchas cosas, ¿y si esa bella doncella quedo atrapada en ese mundo fantástico?, o ¿si la doncella provenía de aquel mundo?, muchas preguntas se me venían asía la mente… Lo único que agradezco es a verlo conocido a él, gracias a ese misterioso caballero logre escapar de allí.
Fin del cap 1

Nota: El capítulo 2 sera una historia diferente ya que se trata de diferentes personajes n.n
Autora: Laura Lucero

Las esperanzas de “ellos”